miércoles, 17 de septiembre de 2014

Mi PrOpiA GuErRA*

Una frase que me impactó muchísimo hace tiempo fue: “Hacen la guerra para conseguir la paz”
Interesante frase para pensar y reflexionar… y seguramente cuestionar.
En ese momento pensé: “Muchas veces me encuentro en medio de batallas interminables, usando todos mis escudos y armas; pero aun así,  diciendo quiero paz


Pensé en mi propia guerra, en mis batallas ganadas  y lógicamente en  las perdidas. Pero sobre todo pensé en mis soldados, los que estuvieron ahí, firmes; y  también pensé en  mis enemigos, los que contribuyeron para hacer de mí, la mujer que soy hoy.  Es muy frase de libro de autoayuda decir: “Tus enemigos te hacen más fuerte”. Yo creo que es real.

Decidí  pensar entonces, en Mi propia guerra. Llena de momentos (no tan lejanos), de  lugares, aromas y climas diferentes, y con muchas personas maravillosas, que construyeron Mi Historia.
Esa guerra loca, esa lucha…contra quién? Llena de momentos únicos, de  llanto, risas y también mucha magia. Como siempre digo, mi cuento más hermoso y más irreal es el que me cuento a mí misma.

Las peleas con vos
Una pelea que va de acá para allá; una guerra donde tu único enemigo sos vos mismo. Tu soldado más torpe, más despistado, solitario, que quiere seguir batallando en vez de parar y volver a casa de una buena vez por todas.
Por fin, después de millones de horas, de noches enteras, de películas interminables, y canciones  enormes que llegan al alma, y más luego de todo eso, con  mi llanto sanador, descubrí que ya es tiempo de volver a casa.
Buenas Noches, acá vamos…de fondo, escucho “La Orilla de la Chimenea” cantada por un Ángel que alguna vez me sostuvo… de la mejor forma que una persona puede sostener a otra. El comienzo de algo. Un ángel que me lleno de amor en segundos, sin saberlo.

Ahi va

*Cuando ella entró a casa un viernes, me dijo “tengo que contarte algo”. Juro que cada vez que me dice así, tiemblo. La amo, es mi amiga, la admiro, pero también la conozco y cuando me dice así, es porque está metida en algún lio.
Retuerce sus labios, se ríe nerviosa y me dice, “escucha”...
Esta vez no fue la excepción, me lo contó. Yo, en vez de ser una amiga pasiva, de esas que contienen,  enloquecí y empecé a gritar: “¿Por qué te haces esto?” Le gritaba una y otra vez, “¿Por qué te lastimas a vos misma?”. Una vez más, estaba con un flaco que no valía dos mangos. Creo que en ese momento habrá pensado “¿Para qué le conté?”. Sin importarme nada, la agarre, la lleve hasta el baño, la puse frente  al espejo  y le dije “¿Qué ves?”; “¿Qué mujer ves?,  porque claramente, estamos viendo mujeres distintas”. “Yo veo una mujer hermosa, ganadora, brillante”.  Ella también se miró…pero no dijo nada.
Días más tarde, me escribió  “Gracias Be, me vi y me dije de todo”
Nunca le conté que eso es algo que hago conmigo misma bastante seguido. La vi y me vi.
Quizá por eso enloquecí.
Conté la historia de mi amiga, porque muchas veces estamos en situaciones donde los de afuera nos dicen a gritos, cosas que no queremos escuchar ni ver. Confíen en los suyos. Porque seguramente en más de una oportunidad no sean realmente conscientes de lo que están haciendo o viviendo.  Cada vez que digo esto recuerdo una gran película: “Una mente brillante”
El actor principal tiene una enfermedad que no le permite distinguir la realidad de la fantasía. Sin embargo, la mujer que lo ama, pone su mano en el corazón de él y se convierte en su guía. Nuestros amores, en más de una oportunidad, son nuestra guía cuando no podemos distinguir que estamos haciendo.

*Esta persona es diferente. A él no fue necesario pararlo frente a un espejo porque, a mi entender, él es una persona que decide vivir en el conflicto. Ese es su lugar de confort; aquél donde su mente no le permite pensar de forma “normal”. Tal vez, porque está cargada de momentos intensos, llenos de gritos, peleas, dejando así a un lado, el mundo real.
Me senté con él a tomar un café en reiteradas ocasiones, pero nunca logre nada, dándome finalmente por vencida. Recuerdo estar con él diciendo una y otra vez: “¿Por qué no te quedas solo?”; “¿Por qué no experimentas la soledad? Estoy segura que en ese momento aparecerá algo o alguien. El Universo tiene un plan para vos”
Pasando de una relación a otra, saltando de cama en cama, difícilmente pueda enfrentar aquello que tanto teme: LA SOLEDAD. Esa que acecha sus pensamientos, que le impide algo tan simple y sencillo: “ser”
Seguiré cerca de él, pensando que algún día podrá ganar su batalla personal.
*Definitivamente, Valeria  es  mi alter ego más amado. Llena de historias de amor, siempre rompiendo corazones, viviendo de aquí para allá, en miles de historias. Ella es una de las pocas personas que logra mi atención. Cuando me dice: “Tengo que contarte algo” yo quiero sentarme a su lado y escucharla.
Sus batallas ganadas pude vivirlas de cerca. Sus derrotas me rompieron el alma y su tristeza parte en dos a cualquier persona. Cuando llora, es una nena en el cuerpo de una mujer de 37 años. Su guerra es de esas que  no terminan, de esas luchas que son interminables y cuando  comienza a haber un poco de paz, ella mágicamente la rompe, se destruye...
Su historia más hermosa fue de  película, con un francés, con quién, hasta llegue a pensar que la perdía y se iba a Francia nomas. Pero no, al final se cansó, y me presento a un nuevo novio… un niño de quién estuvo muy enamorada y por quién sufrió mucho ya que él nunca se la jugo. Sin embargo, cada vez que hablaba de él sus ojos brillaban como nunca!
Siempre lamente que esa historia no ocurriera; nunca entendí bien el porqué. Ella al tiempo se puso de novia con otro… un amargo. Yo no soy de celebrar las infidelidades, pero ella me conto una  MARAVILLOSA. Me dijo así: “Lo vi al niño  en un boliche parado y  le di un beso porque en ese momento eso fue lo más importante del mundo. Hicimos el amor toda la noche y fui feliz” Imposible enojarme… sí le dije: “No sigas con alguien que no amas”
Tiempo después la habían traicionado.  Creo que el momento divertido fue cuando me acerque hasta su casa, y ella pregunto: “¿De qué tengo que desprenderme que se relacione con él?” Y yo muy tranquila le dije: “De todo lo que sea necesario”  Fue así como la casa de dos pisos, quedo vacía. Ella, a diferencia mía, no lloraba en la ducha. Ella decía: “Las cosas pasan por algo, y todo tiene un motivo” Y mientras tanto, tiraba peluches hermosos  por el balcón. Nos reímos tanto… dentro de lo que se podía...claro
Siempre me pregunto cómo hacen las personas para no llorar y para cerrar tan fácilmente algunas historias. Yo dije: “No lloras porque no lo amas”, a lo que ella me contesto: “No lo hago porque no puedo llorar”. Sinceramente, no la entendí. Yo lloro todo el tiempo y me emociono con mucha facilidad, así que para mí, eso de no llorar sigue siendo una incógnita.
Al tiempo, se fue por un año de mochilera al Sur. Pero siempre seguimos en contacto. De más está decir que le  encanto un sureño y se quedó dos años allá hasta que lamentablemente un día  me llamo y me dijo:“Esta vez el que no se anima es él. Me vuelvo a Baires”
Pasaron muchos meses hasta que nos encontramos nuevamente. Para entonces, ella ya no tenía ganas de contar historias. Ella estaba esperando EL capítulo. Todavía seguía esperando LA historia de amor.
El darse cuenta que era ella misma quién estaba en contra de lo que tanto quería y sentía, la devastó. Declaraba que quería una historia de amor pero sin embargo sus acciones, sus elecciones, sus hechos, iban totalmente para el lado contrario. Así fue como perdió mucho peso y comenzó a enfermarse muy seguido. Todo tiene que ver con todo, y el cuerpo no habla, Grita.
Ella decía que quería paz, pero hacia lo imposible para no tenerla; decía que la buscaba y en realidad corría escapando, para que eso no sucediera. Hasta que un día maravilloso y  triste a la vez…lo vio.  Entro en crisis, algo sucedió…no sé qué fue, pero lo vio. Se vio en su hermoso espejo  y por fin Lloro. Y Lloro mucho.
Gracias Valeria, hermosa, por dejarme contar sobre vos. Hoy ella es pura luz. Simplemente se lo permitió. Se permitió ser feliz. Una vez me dijo: “Todo el tiempo creí que mi búsqueda estaba orientada a encontrar paz, cuando en realidad lo único que necesitaba, era aprender a amar”

¿Por qué cuento esto?  Porque  escucho a los demás y me escucho a mi diciendo lo mismo muchas veces. Escucho a muchas personas diciendo: “Quiero ser feliz”, pero no hacen nada para lograrlo. Escucho: “No quiero saber más nada…”, pero no se alejan de esa persona que les hace daño. Escucho, leo y me pregunto: “¿Por qué?”; “¿Porque seguimos todos en guerra con nosotros mismos?; ¿Qué beneficio encontramos en esa oscuridad?” 

Ella dice que lo ama y le pone miles de condiciones. Ese es su amor.
Él dice que la ama y a la semana no la ama. Duda…
Él no la suelta porque no quiere perder nada, ella es algo que le pertenece y no quiere perder.
Ella  no le da libertad, no respeta sus decisiones, lo obliga a determinadas cosas.
Él no le demuestra amor,  porque no puede.
Ella no se permite olvidar su pasado y como consecuencia, sufre todo su presente.
Él quiere cambiarla, ella quiere cambiarlo. No se puede.
Ella le reclama, el no hace nada. Él la ama.
Él la caretea, ella no le permite ser real. Y él se está creyendo eso.
Él no se permite ser  feliz y arruina todos los momentos; los oscurece y luego se arrepiente.
Ella se enamoró un día, pero ya tiene su amor y elije, aun dudando.
Él no la cuida como ella necesita…pero la cuida a su manera.
Ella no se cuida a sí misma; ¿Por qué va a cuidarla él?
Él es incapaz de amar, pero quiere que lo amen y lastima en su  accionar.
Ella fue auténtica y salió de la zona de confort, en busca de un amor verdadero.
Ellos se aman a su manera. Se pelean, se aceptan, se aman…punto

Creo que todos tenemos una guerra personal. Todos. Solo que algunos, tienen una guerra más pacífica que otros, donde lo que priorizan es el amor propio, porque ante todo para poder amar a alguien, debemos aprender a amarnos a nosotros mismos.
Una guerra pacífica, donde antes de acusar con el dedo al otro, te preguntas qué estas haciendo vos para, quizás, provocar eso en el otro.
Estas batallas  interminables donde hay que soltar lo que no nos hace bien, y permitir que lo nuevo y maravilloso suceda.
Nadie dice que es fácil, solo hay que desearlo y tener la voluntad hermosa de, un día finalmente, querer volver a casa.
LE DEDICO MI  BLOG A MI ALTER EGO MARAVILLOSO, A MI PEQUEÑA FLOR QUE RESISTE RODEADA DE MUCHA MIERDA, QUE INTENTA, JUEGA, Y MAS ALLA DE TODOS LOS LIMITES, SIGUE EN LA BUSQUEDA CONSTANTE DE SER MEJOR.

A ELLA, QUE PELEO, QUE LA DERROTARON QUE ENTREGO SU PODER, Y QUE POR FIN LO RECUPERO.
SE LO DEDICO A MI ENEMIGA MAS LINDA, A MI SOLDADO MAS FIEL, A MI GUERRERA PACIFICA.
A MI MISMA.


Ya es tiempo de volver a Casa