miércoles, 17 de julio de 2013

Humana y Villanos dando vuelta

Cuando era chica solía pensar que los villanos que conocía eran lo peor del mundo. No podía haber madrastra más mala que la de Blancanieves, esto fue superado por Cruella de Vil, de los 101 dálmatas. ¡Terrible con su tapadito de pieles! Aunque “Ursula” de la sirenita, no se quedaba atrás. ¡Un pulpo grandote y con esa boca!!! Daba escalofríos.

También lo cierto es que las hermanastras de cenicienta son conocidas por todas las generaciones de mujeres más malas del mundo. ¿Quién no detestó a esas dos?

Debo confesar que me daba miedo Gárgamel, y por mis hermanos conocía bien a Skeletor y Munra.  A Brutos el de Popeye no lo recuerdo tan  malo, pero también lo era, y Pier Nodoyuna me hacía reir y más con el perro risitas.
Me caía simpático el gato de Dr Claw, esa fue la maldad en mi infancia.

Es cierto que algunos duraron hasta mi adolescencia, aunque hubo otros villanos que aparecieron después, en un montón de películas, como ser el payaso maldito en I.T.  Frases recordadas por mi hermana Marcela, “Todos flotan  Georgi, y cuando tu estes acá también flotaras jajajajajaja” o “ Si decía Marge en el timbre”, o “Me preocupas mucho Berverlhy”.
Visto por todos, Freddy, (No te ibas a dormir tranquilo) o Cándyman, si repetías 5 veces la palabra Cándyman frente al espejo, lo hacías medio asustado. El tipo tenía avispas en el cuerpo. 

Villanos y Villanas



Hoy recuerdo esto hasta con cierta risa, aunque la verdadera maldad en la realidad es un poco más cruel.

¡Hola! ¿Cómo están? Yo por suerte bien, ya guardé mi instinto asesino en un cajón y por eso puedo escribir.

4:14

Madrugada, aunque quiera dejarla no puedo. Tengo a mi lado un vaso de coca-cola y un chocolate, y les cuento que luego de varios días de querer meterme en un agujero como Alicia en el País de las Maravillas, y pensar que lo mejor que me podía pasar era que me persiguiera un conejo blanco, para no escuchar el mundo; pude salir a la superficie, respirar, meditar, ver a mi alrededor, sonreír y brillar nuevamente.

Así que acá estoy.

La maldad puede estar representada de manera visible, de hecho vemos situaciones horribles en el noticiero todo los días.
Pero yo hoy voy a escribir de la otra, de la forma invisible, la maldad que está ahí y no te das cuenta que está.  


Cuando él me llamó por teléfono de línea  hace años y me dijo que tenía algo importante para contarme, por su tono de voz, pensé que iba a ser padre.
Era joven, así que yo comprendí que no estuviera contento. Cuando lo vi, le dije: ¿Qué hiciste?  ¿Con quien?
Me dijo: ¿De qué hablás? Y le dije: no se. ¿Vas a ser papá? Y me dijo: ojalá, esto es otra cosa, es peor. Sentate

El me dijo: solo te lo voy a contar a vos. Creeme. Y yo creo hasta en los duendes, así que le creí. El me había contado algo muy parecido a esto. No se si exacto porque estamos hablando de hace años, pero era algo así.

“Betty, trabajo en un bar, siempre viene un señor a la barra en frente mío,  me mira, pide un café y sonríe, y luego se va”. Me daba escalofríos cuando lo veía. Así sucedió varias veces. Durante varias semanas. Hasta que un día el señor “x” y yo comenzamos hablar. El comenzó hablar. Sabía cosas de mi vida. Cosas que yo jamás le había dicho a nadie, de mis abuelos, de mi historia.
El punto es que la última vez que lo vi, le pregunté muy tranquilo si era un ángel, y el me dijo: “Lo contrario”.

Mi amigo fue la última vez que vio al señor del bar.  Cuando me lo contó, le dije: ¿Vos decís que estuviste con el diablo sentado en una mesa, Rubio?  ¿Estás drogado? Y el me dijo: mirá, yo no se quien era, pero el tipo alas no tenía, me contó muchas historias que tenían más maldad de que lo que podés imaginar, y sabía cosas que nadie podía saber, eso si lo sé. Recordemos que el me llamó asustado porque el tipo no fue más al bar y desapareció del mapa, entonces eso lo tenía aún más abrumado.

Mi amigo decidió renunciar a la semana. Meses después nos enteramos que en ese bar pasó de todo. Y el me dijo“ Yo te dije Betty, menos mal que me fui de ahí”

Creo que con mi amigo nunca más volvimos hablar de esto. Pero esta semana me acordé, me dieron ganas de llamarlo para contar mejor esta historia, pero ya no vive acá en Baires. Para pensar ¿No? El tuvo a su entender la maldad cerca, quizás personificada, no lo sabemos, creo que siempre ambos dos tendremos esa duda.

Yo no voy a entrar en detalles de la maldad visible, como un tipo que mata una nena y la mete en un camión de basuras, o como los violadores y asesinos están sueltos por ahí,  y tampoco puedo hablar de la maldad religiosa, porque no conozco del tema. Pero hay  maldad que conozco y la tengo muy cerca y es esa, la maldad que “sonríe”, que parece que no, pero está ahí. Los malos vestidos de buenos. Los malos que sonríen. Los malos que no desean el bien. Los malos que se convirtieron en malos porque están muy mal en su vida. Pensé en ellos.

Todos tenemos gente mala alrededor. Éstos, quizás, no se creen tan malos, porque no son conscientes del daño que hacen.

Pensé en las relaciones conflictivas, adictivas, en la manipulación, en el abuso de poder, en la mentira, en la avaricia, la hipocresía, en el egoísmo, en el egocentrismo, y sobre todo en la envidia. 

Los malos tienen todo esto. Creen que no lo tienen, pero lo tienen. Quizás, no todos los condimentos, pero alguno que otro si.
Y quizás, la pregunta que nos hacemos nosotros es. ¿Qué les pasó? ¿Qué les habrá pasado en su vida para estar y ser  así?
Pensé seriamente que uno no debe desear el mal a nadie, porque todo es energía, y esa misma energía vuelve, y como vuelve, circula en el aire, en nuestra atmósfera, entonces, reflexioné sobre como hacer con esta gente, que hacer,  y como detectarla.

Pensás en malos y se te vienen los jefes ¿No? O los ¿Ex? O ¿Tus enemigos detectados?
Yo te hablo además de los que todavía no te diste cuenta. De aquellos que además se las ingenian para generar climas hostiles, oscuros, o logran que gente que se quiere, se pelee. “Divide y reinarás”. Creadores de conflictos sin que te enteres. Los que “llevan y traen”, etc.
Verlos en acción, te aseguro, que es muy sorprendente. Comúnmente también denominados “Los que ponen fichas en contra, de manera sutil”. Son muy inteligentes.

Ellos y ellas. Son nuestros protagonistas de hoy. Nuestros Villanos.


Debo confesar que me cuesta descubrirlos, a algunos les saco la ficha, pero a otros no. Mis papás me enseñaron que uno nunca termina de descubrirlos, y que de hecho, uno se sigue sorprendiendo de lo que puede llegar a tener alrededor. Les pregunté si no servía justificarlos, y una vez Mirta, muy inteligentemente me respondió: “No, Bettina, uno siempre tiene la posibilidad y la libertad de elegir. Aun en la peor situación, tenés el bien y el mal. Es uno el que decide que hacer”.
Mamá pocas veces se equivoca.

Me quedé pensando en la respuesta de Mamucha. O sea que algunos actuamos naturalmente para un costado, “el bien”. Pero hay cierta gente, un grupo de gente, que llegado un momento en particular, tiene opción de elegir que hacer, y es ahí donde nos diferenciamos, porque ellos van por el otro lado.

Quizás una mina que resultó ser una botona, tuvo un segundo antes en su mente donde decide cagarse en todos, y “contar lo que no debía”, y así, generar malestar. O quizás, una mina hace uso de su poder “abusivamente” y decide hacerle perder el laburo a varios.
Debería ser genial poder estar en las cabezas de estas personas y ver en ese momento preciso que los lleva a ir por el camino equivocado. ¿Cuál es el pensamiento primario para decir, al carajo con todo y así convertirse en villanos?

Pensalo, no es tan difícil, a la hora de querer ser el mejor, pensás que destruyendo a otro lo vas a lograr, y la realidad es que no. Vos no vas hacer mejor porque destruyas a otro.
Que ejemplo genuino y hermoso el de la película infantil Cars ¿No? El autito no gana...pero gana.
Aquellos que creen que juntándose con personas reconocidas, ellas serán reconocidas… Vos sos quien sos. No vas a ser alguien, por estar con alguien. O mejor dicho, sí, vas a ser un boludo importante.

Me dijeron esta semana:

Los que tienen envidia, no pueden con su vida, no están contentos con ellos, entonces se preocupan por la vida de los otros, en amargarles la vida a los otros. Y yo le digo al envidioso: ese tiempo que te estás tomando, ¿Por qué no lo usas para vos? Para revisar que hiciste con vos, con tu historia. Y creo en una posible respuesta: Porque no pueden, porque sino deberían hacerse cargo de una gran infelicidad, y como no la pueden ni sostener, deciden en no pensar en ellos mismos, y ocupar su tiempo, sus palabras, en otros.

Los que compiten, lo que traicionan, los que cagan sin cesar, hay un momento que pueden hacer algo diferente y eligen no hacerlo. Tienen la oportunidad y deciden claramente que no. Por eso ya no los justifico con nada. Dejé de justificarlos. Así que pasó nº2 una vez detectados, alejarse ya mismo!.Tomá distancia de la gente Toxica.

Hoy me senté con mi amigo Sebas y le dije: yo no entiendo de envidia, porque nunca la sentí y si pensé por un momento “por qué algunos tanto y otros tan poco”, me reí al respecto, pero jamás lo comuniqué a través de violencia.
Hay gente que lo hace de manera instintiva y cree que es una forma de ser y no una miseria muy profunda. No lo ven.

Una vez le pregunté a mi mamá si podíamos justificar que una mujer haya sido mala madre por haber tenido una vida difícil y ella muy tranquila me dijo “No Bettina, no hubiera tenido hijos”, ¿Por qué cagarle la vida a un hijo?

Pensé también en las familias que se cagan con plata. Los propios hermanos, padres a hijos, o hijos a padres. Todo por dinero. Recordé las historias de violencia que me contaron. Pensé en como la sangre ya no tira. En como ya hay gente que ni defiende a los suyos.

Recordé la historia de mi amigo el remisero. Como una profesora no lo aprobaba, solo por bronca a que el tipo estaba estudiando de grande, una voluntad mi amigo el remisero, se ve que envidiable… y el tipo necesitaba el titulo, para manejar una ambulancia y poder darle de comer a sus hijos.  A la tercera vez que lo bochó, fue directo a dirección y le dijo al director: “tómeme el final usted, ella no me va a aprobar nunca”. Y lo aprobaron.

La maldad está ahí, y no solo en grandes magnitudes, sino también en pequeños actos. Como aquellas personas que hablan de personas sin conocerlas. Aquellos que repiten lo que no saben, pero escucharon y les viene bien un comentario más a la charla. Los que por contagio bardean al tercero.

Pensé en la maldad de cuando una persona habla sobre la intimidad de otra sin importarle a cuanta gente puede dañar, los pactos que se rompen, recordé a las personas que se clavan un puñal en la espalda todo el tiempo, o aquellos que sonríen haciéndose amigos de otros, creyendo que lograran algo.

Me reí porque recordé la frase tan conocida de mi amigo El tano, “el ser a la larga cae”.
Las personas no pueden sostener mucho tiempo una faceta, una sonrisa artificial, se les nota, y los demás si son buenos observadores, comienzan a notarlo.
Lo bueno es que hay una recompensa, algunas creen en la recompensa religiosa, ¿A que lugar vas?

Pero acá, en la terrenal, lo bueno es que existe la justicia, y esas personas no paran de perder, se quedan solas, están solas, y se quedaran aun más solas, en la medida que sigan engañando, perdiendo, y lastimando.
Quizás por el momento no, pero a la larga si.

Quizás si lo logran, si logran pensar, si encuentran algún acto que los haga conmover, algún hecho que los movilice, quizás logren resignificar los hechos de su vida  y tomar otro tipo de decisiones. Quizás para no echarle la culpa al mundo entero de sus propios fracasos, logren ser mejores, y así el rebote sea diferente y la energía se mueva en diferentes ámbitos.
Un cambio en la atmósfera de bondad no vendría nada mal. No nos vendría nada mal.

Mis villanos cambiaron, ya no me hacen reír, y sé y soy consciente que los tengo cerca, a algunos los veo, a otros no, y juro que a algunos todavía les sigo dando la posibilidad, porque dentro mío sigo creyendo en que el ser humano se diferencia del animal por el raciocinio, y que puede elegir ser una mejor persona, evolucionar. Yo sigo creyendo en eso, y las convicciones son algo que no hay que soltar tan fácilmente.


En días donde el cielo estuvo nublado, donde vi muchos villanos dando vuelta sonriendo, pensé en justificarlos, y luego dije: No. Ellos están deseando ser así.
Y luego me dio mucha pena porque pensé: quizás no saben, simplemente, como ser mejores. Quizás lo que yo creo que es fácil de decidir, ellos no pueden o no saben como. No lo sé. Y si me equivoco y el villano es villano porque lo desea y tiene su recompensa oculta en ello, simplemente le siento pena.

Pensé a modo de conclusión, que los demás deberíamos tomar partido. Aunque el villano no te joda personalmente a vos, pero vos sepas que se está equivocando. Lo cierto es que como estamos en un momento donde a nadie le importa la vida del otro, ya no nos metemos, no nos involucramos con lo que le pasa a un tercero, y yo creo que eso no está bien. Yo creo en tomar partido, porque creo que es una manera de exponer al que está haciendo las cosas mal. Si uno dice algo que le molesta no va a suceder nada, pero si se lo dicen o demuestran  100 personas, de seguro la cosa cambia de color.

Salí de comer y el padre le pegó al nene de 3 años una bofetada que lo tiró al suelo, no un castigo, lo tiró al suelo de lo fuerte que fue el golpe. Yo estaba al lado de mi sobrino, y le dije: ¿No se te fue un poco la mano? quiero que sepas que deseo que tu hijo de grande te la devuelva. Me miraron los tres. Padre, Hijo y mi sobrino.

Me gustaría pensar que antes de volver a pegarle de esa manera, lo va a dudar. No lo puedo saber, pero quizás si en vez de yo sola, cada vez que lo ven se lo dicen, quizás solo quizás, reacciona y deja de ser tan animal.

Tenemos que poder creer que somos parte del mundo que queremos ver

Terminando
Cuando la semana pasada vi Superman me encantó.
El padre simplemente le dice: “Necesitan creer en alguien,  vos podrás lograr la paz entre los dos mundos, y podrás mostrarles el camino”.

¿Cuál?

“Sacar lo mejor de ellos mismos”.

Cada uno es su propio superhéroe.
Superman no existe, es un héroe de ficción.
¿Pero que lindo sería, no?
Que venga volando, destruya a los villanos, nos libre de todo mal, y que  estemos todos en paz. Que lindo sería… pero no!!!

Así que a laburar, a crear lindas vibras, y sonreír mucho.


   “Es uno quien arma su propia historia y quien decide su propio camino”



¿Vos que querés?



Buenas Noches

Gracias por el amor, los abrazos, los mimos, las estrellas, las palabras de toda la gente hermosa que me rodea.
Gracias vida hermosa, por hacerme tan humana.





5 comentarios:

  1. Muy lindo y reflexivo el comentario. Es uno quien deja entrar a la maldad o quien decide ponerle freno cuando quiere perturbarnos. Igual, me cuesta creer en las personas 100% buenas. Slds.

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  2. Muy bueno amiga!! es así.....el ser humano asusta!!
    Y tenemos tanto miedo, paja, poca responsabilidad que si pudiesemos inventariamos superheroes para que resuelvan los que nos toca como sociedad...
    como diría el gran Lerner:"para cambiar el mundo, empieza por ti" sigamos aportando un granito más!!

    Un beso grande amiga!!

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  3. me encanto tu columna!! me quede pensando y a la vez me senti reflejada con muchas cosas. Creo que la gente mala, dañina no cambia y NO se quedan pensando en lo que hacen, porque? porque lo disfrutan x dentro (no hay explicacion sino para que lo hagan una y otra vez) besote grande! ojalá se haga el libro pronto

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